EL CHAMAN QUE VINO DEL GRAN HIELO (parte II)

Adaptación: J. J. Nuñez

-      Usted viaja por el mundo con un mensaje de los más ancianos de su cultura. – dijo alguien entre la gente.
-      Hace muchos años que voy por el mundo hablándole a la gente. Y he hablado muchas veces del cambio climático. Mi responsabilidad es llevar el mensaje de los más ancianos de mi pueblo. Yo soy su portavoz. Pero cada vez que hablo en grandes reuniones, ante diez mil personas, todos me aplauden y mi ego se hace enorme. Entonces vuelvo a casa y lo cuento. Pero en mi pueblo me preguntan: “¿Han escuchado tu mensaje?”. “Sí, me han dado una ovación tremenda.” Y de nuevo preguntan: “¿Pero, han escuchado tu mensaje?” Y me doy cuenta de que no ha sido así. Me quejo a mi madre y ella me dice: “Sabes, hijo, vas tener que cambiar la forma de dar ese mensaje”. Y ella cierra sus ojos, me coge las manos y, con los ojos cerrados, me dice: “Hijo, vas a tener que aprender a derretir el hielo del corazón de los hombres. Solo así tendrán una oportunidad de cambiar y podrán utilizar su conocimiento sabiamente”. – Hace una pausa. - Todo el mundo conoce el cambio climático, pero nadie se está preparando. ¿Qué nos queda por hacer? Derretir el hielo del corazón en las personas
-      ¿Y cómo se consigue derretir el hielo en nuestros corazones? –
-      El Gran Hielo de donde yo vengo es muy grande. A menos de cuarenta grados, cuando tocas el hielo la huella de tu mano se queda ahí en un minuto. Es una reacción química sencilla, porque hay 77 grados de diferencia con el calor de tu mano. Y esa es la forma en que se derrite el hielo en la tierra. El hielo más difícil de derretir es el del corazón de los hombres, pero solo así tenemos una oportunidad de cambiar y de utilizar el conocimiento sabiamente. En Europa, por ejemplo, todo el mundo conoce el cambio climático, pero nadie se está preparando. La temperatura de la Tierra sigue subiendo, el gran océano crecerá y muchos lugares ahora habitados estarán bajo el agua. Pero nadie piensa en ello. Sabemos que el Gran Hielo de Groenlandia desaparecerá, y el del Ártico, y también la Antártida. Cuatro metros es un muro de agua, es más alto que tú y que yo, ¿qué hacemos? En Londres se han gastado 16 mil millones de euros en construir un dique; en Venecia, gastaron cien mil millones de euros para salvar la vieja ciudad, pero solo lo han construido un metro de alto. Y científicamente sabemos que el agua puede llegar a crecer en este siglo cuatro metros. Tenemos muchas cosas que cambiar. Los más ancianos dicen que es demasiado tarde y que no podremos parar el deshielo. Nuestros políticos no van a poder pararlo, ni nuestra economía. O sea ¿qué nos queda por hacer? Cambiar aquí. - se señala el centro del pecho. - Derretir el hielo del corazón.
Los políticos no es que no puedan pararlo, es que hacen oídos sordos. La responsabilidad está en ti, en cada uno de nosotros. Ellos no van a cambiar nada. En una conferencia en la Universidad de Cornell, en Nueva York, donde habían muchos profesores, Angaangaq les dijo, que era muy bueno enseñar a usar sabiamente el conocimiento de los más ancianos, pero los profesores le dijeron: “No podemos hacer eso, nuestra responsabilidad es que los estudiantes pasen los exámenes”. ¡Esa es la universidad! No estamos enseñando a nuestros estudiantes la verdadera sabiduría. Así que tenemos que derretir nuestro hielo interior y entender al ser humano en su espíritu.

Que tengan muy buenos vientos y ¡Aquelarre al navegante! ¡YO –HO!

Comentarios

Entradas populares